Tres poemas de Marco Martos sobre los padres
Sosiego, Li Po recuerda a su madre por Marco Martos
Sosiego, Li Po recuerda a su madre por Marco Martos
Sosiego, Li Po recuerda a su madre por Marco Martos
Mis palabras eras de seda
y mis gestos finos
colmados de alegría
cuando regresaba de la escuela
y me abría doña Wu
la puerta de su corazón.
Sosegado, le hablaba a su cerebro,
atónito de que fuera tan buena, tan de verdad.
El viento agita ahora mis cabellos grises
y mis pensamientos se van con las nubes
hacia el mar y hacia las islas,
se sumergen en las límpidas aguas,
van a lo más hondo de las cavernas y por túneles de tiempo
se quedan contemplando a la delicada mujer
que gira el pestillo de la madera, abre sus brazos
y me lleva a su sombra,
lejos del sol abrasador.
Néstor Martos
Hay imágenes que salvan mi vida, le dan sentido.Mi padre está escribiendo en el lento sopor de la tarde.
Tiene una rapidez que asombra. Van sus manos
por las teclas como ciegas mariposas.
Sus palabras son exactas. Su verbo prodigioso.
La potente luz de la lámpara ilumina el espacio de las letras
y deja entre sombras los contornos del escribiente.
Aguardo en silencio, precavido, con religiosa expectativa,
esperando que termine.
De Grecia viene, de Roma, su sabiduría antigua.
Marco Martos
Rosa Carrera por Marco Martos
náufraga en la isla de los lobos.
Alegría de respirar en la desdicha.
Es olvido esa espuma, ese barco, esa sima.
Y hay un hombre que espera
en tierra firme, entre brumas.
Una vida se inicia plena, rápida,
un verano fértil.
Efímera verdad, río de pena,
pobres palabras.
Así lo quisieron los dioses:
no tendrás cabellos blancos,
hermosísima Rosa
que llamea en el centro
de la poesía.
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De mis manos brotarán amapolas rojas como la sangre así quizás mi poesía sea eterna MI POESÍA SOY YO FANNY JEM WONG LIMA - PERÚ