viernes, mayo 19, 2023

Luis Valle Goicochea De "Las Canciones de Rinono y Papagil" (1932) Perú

Luis Valle Goicochea De "Las Canciones de Rinono y Papagil" (1932) Perú

Niñito Jesús

te doy un aviso,
y sea un secreto
y muy despacito:
mi mamá te está
cosiendo un vestido,
con orla dorada
de linón blanquísimo,
como para ti
niño lindo, lindo.
Y Clarita teje
blancos zapatitos
que son para ti,
ella me lo ha dicho.
Yo ¿qué te regalo?
¿quieres un pollito?
 
(C) Luis Valle Goicochea
De "Las Canciones de Rinono y Papagil"
(1932) Perú

 

domingo, mayo 07, 2023

Tusanaje 秘从中来 : l Encuentro Latinoamericano de Descendientes de Chinos

RECUPERACIÓN DE LAS MEMORIAS

Tusanaje 秘从中来

l Encuentro Latinoamericano de Descendientes de Chinos


Poema : El jazmín de Saigón de Marco Martos del libro Margarita de Saigón

El jazmín de Saigón de Marco Martos

El jazmín de Saigón de Marco Martos

Después de la lluvia de la noche,
cuando se abre el amanecer como una flor,
puedes oler en Saigón el penetrante perfume
del jazmín oriental. Sube por los aires
a modo de enredadera, o pegado a las casas,
o en el centro del jardín. Inunda tus pulmones,
altera tu manera de mirar la realidad.
En un momento, no sabes dónde estás.
Lejos de la milenaria ciudad extrañarás
sus carritos de frutas, las púberes mujeres
con sus flores en la cabeza, los túneles
que semejan una araña debajo de la ciudad,
y el jazmín misterioso que te anonada
y no te deja pensar en el más allá.
 
Poema del libro Margarita de Saigón
 
 
El jazmín de Saigón de Marco Martos del libro Margarita de Saigón

 
 

 

martes, mayo 02, 2023

Rosa Carrera por Marco Martos

Rosa Carrera por Marco Martos

 

Rosa Carrera por Marco Martos


Negros cabellos de agua y mar.
Náufraga en la isla de los lobos.
Alegría de respirar en la desdicha.
Es olvido esa espuma, ese barco, esa sima.
Y hay un hombre que espera
en tierra firme, entre brumas.
Una vida se inicia plena, rápida,
un verano fértil.
Efímera verdad, río de pena,
pobres palabras.
Así lo quisieron los dioses:
no tendrás cabellos blancos,
hermosísima Rosa
que llamea en el centro
de la poesía.

 

 

lunes, mayo 01, 2023

Leve reino por Marco Martos

Leve reino por Marco Martos


Leve reino por Marco Martos

En una burbuja permanece
la infancia con su luz enceguecedora.
Ahí donde pulula la vida, en el centro del patio
con su óvalo de geranios púrpuras, blancos,
ausculto el cielo azul añil
apenas con una nube fija, inmaculada,
y la fila de hormigas rojas,
y la fila de hormigas negras,
con migajas de pan,
con terrones de azúcar,
con ramitas claras y oscuras
y con ópalos de fuego.
Respiro a mis anchas
en el centro de ese leve reino.
Escucho un rumor a lo lejos:
en el laberinto de su habitación,
barajando naipes, estampas religiosas
y cartas de amor en paquetitos
amarrados por cintas de colores,
los ojos brillantes de la abuela,
noche negra, ávidas pupilas,
luciérnagas en lo oscuro de los siglos,
acarician lo prohibido, el zumo de lo ignoto,
la inminencia del placer,
el filo hirsuto de los machos,
lo raro de cada mediodía,
la vileza de los encuentros
y el susurro de la soledad
como un dondoneo inacabable
que zumba en la espalda del tiempo.
No del hastío de esos días,
de esa piel enjuta viene la escritura,
de esos ojos de ébano,
de esa gana de poner orden en el laberinto
del mundo sabiendo que es tarea inútil,
de esa voluntad férrea, de otra galaxia,
de hacer muchísimo en el laberinto de las horas,
para después salir al fresco,
mirar el cielo azul añil,
dar un suspiro, ofrecer una sonrisa.
Ahí permanece la abuela
en la nube inmaculada
del cielo despejado de San Miguel de Piura,
intocada por los calendarios, mujer,
eterno desafío de la carne
contra la muerte y sus fúnebres ramos.
 
Poema escrito y publicado en 1996.

 

CANTOS DE POETAS CHINOS

 

Del “Clásico de las Canciones” de Shu Chung: Canción de las nubes blancas


Del “Clásico de las Canciones” de Shu Chung:

Canción de las nubes blancas

Hay nubes blancas en el cielo,
grandes acantilados se elevan hacia lo alto.
Interminables son los caminos de la tierra,
montañas y ríos obstruyen el camino:
te ruego que no mueras.
Por favor trata de venir nuevamente.




* * * * *

Del “Clásico de las Canciones” de Shu Chung:

Canción del viento del sur


La fragancia del viento del Sur
puede aplacar la ira de mi pueblo.
La llegada a tiempo del viento del Sur
puede aumentar las ganancias de mi pueblo.




* * * * *

Del “Clásico de las Canciones” de Shu Chung:

Chung Tzu


Te ruego Chung Tzu,
no entres a mi casa,
no te abras camino entre los sauces que he plantado.
No es que me importen los sauces,
sólo temo a mi padre y madre.
Te amo Chung Tzu, tiernamente,
oh, pero temo, realmente temo lo que mi padre y madre dirán.
Te ruego Chung Tzu,
no saltes mi muro,
no te abras camino entre las moreras que he plantado.
No es que me importen las moreras,
sólo temo a mis hermanos.
Te amo Chung Tzu, tiernamente,
oh, pero temo, realmente temo
lo que mis hermanos dirán.
Te ruego, Chung Tzu,
no entres por mi jardín,
no te abras paso a través del sándalo que he plantado.
No es que me importe el sándalo,
temo a la gente que habla.
Te amo Chung Tzu, tiernamente,
sólo temo, realmente temo
lo que la gente dirá.

* * * * * *




Del “Clásico de las Canciones” de Shu Chung:

Cortés


Ella es linda y cortés,
dijo que nos encontraríamos en el muro de la esquina.
La amo, pero no puedo verla.
Me rasco la cabeza y camino de un lado al otro.
Ella es dulce y cortés,
me dio un junco rojo.
Un junco rojo, tan rojo, oh, adoro su belleza.
Ella fue a los campos, me arrojó maíz blanco,
tan hermoso y raro.
Oh, pero no es el maíz el que es hermoso,
lo bello es el regalo de una linda chica.




Yuan Chi (210-263)

Nació en Yu-chih en Honan y llegó a ocupar un alto cargo, bajo el emperador Wen Ti de la dinastía Wei, pero más tarde cambió la ubicación por una en la que había un mejor cocinero. Viviendo durante el tiempo de los Tres Reinos, prefirió retirarse de la corte y fundó, junto con otros, el famoso grupo de estudiosos conocido como “Los Siete Sabios del Bosque de Bambú”. Fue taoísta y también le dedicó parte de su vida a la música.. Murió de pena, al enterarse de la ejecución de su íntimo amigo Chi Kang.




Pájaro extraño


El pájaro extraño hace su residencia en los bosques,
su nombre es “fénix”.
Por la mañana bebe del arroyo de miel,
por la noche busca reposo en la colina.
A través del campo suena su nota penetrante,
estirando el cuello, su ojo alcanza todos los rincones de la tierra.
Ahí va una ráfaga del viento Oeste,
hace que su plumaje se deteriore.
Entonces vuela al oeste, hacia las Montañas K’un-lung,
y ¿quién sabe cuándo regresará?
Ahora un gran lamento se apodera de mi mente.
¡Si sólo tuviese mi hogar en otro lugar!


Tao Yan-Ming (372-427 D.De C.)


Vivió en el difícil período que precedió a la fundación de la dinastía T’ang. Durante un tiempo ocupó un cargo oficial, pero renunció a los ochenta y tres días porque, según sus palabras: “no puedo doblar las bisagras de mi espalda para hacerle reverencias a un funcionario corrupto”. Así, volvió al campo con su familia para vivir la vida de un “caballero campesino”, trabajando la tierra y escribiendo poesía. Solía decir que “el mayor placer de la vida es hacer bromas con los niños”.


Tenía un amor especial por los crisantemos, y al día de hoy, es difícil para un chino pensar en crisantemos sin pensar en Tao Yuan-Ming. Se lo suele llamar “el poeta de la casa y el jardín”, y hay una historia idílica que narra cómo él trabajaba en la parte de adelante del campo y su esposa en la parte de atrás. Profundo bebedor, le dedicó varias poesías al vino.
Su cuento «La Fuente del Duraznero», quedó definitivamente incorporado como leyenda en la cultura china.




Borracho y sobrio


Un huésped reside en mí,
nuestros intereses no son completamente los mismos.
Uno de nosotros está borracho,
el otro está siempre despierto.
Despierto y sobrio
nos reímos el uno del otro,
y no comprendemos el mundo del otro.
Propiedades y convenciones,
qué tontería seguirlas muy seriamente.
Sé orgulloso, no estés involucrado,
entonces te acercarás a la sabiduría.
Escucha tú, viejo borracho,
cuando el día muere,
enciende una vela.

* * * * *


Canciones de crisantemos


(para cantar bebiendo)

Construir una casa en el mundo de los hombres
y no oír el ruido del caballo y el carruaje,
¿cómo se puede lograr esto?
Cuando la mente está desapegada, el lugar es tranquilo.
Junto crisantemos bajo el seto del Este
y miro silenciosamente las montañas del Sur.
El aire de la montaña es hermoso al crepúsculo,
y los pájaros en bandadas vuelven juntos a sus hogares.
En todas estas cosas hay un significado verdadero,
pero cuando quiero expresarlo, quedo perdido sin palabras.

* * * * *



Mudanza de casa


Hubo un tiempo en el que quería vivir en una villa del Sur,
pero no porque me guiaran los augurios.
Había escuchado que muchos hombres simples vivían allí,
con ellos estaría contento de pasar mis mañanas y noches.
Durante muchos años este fue mi deseo,
y hoy voy a realizar mi tarea.
Una cabaña tan pobre no necesita ser espaciosa,
todo lo que quiero es una cama y un colchón.
Con frecuencia mis vecinos vendrán a verme,
discutiremos vociferando acerca de los
tiempos de la antigüedad,
disfrutaremos leyendo juntos escritos raros,
y aclararemos todas las interpretaciones dudosas.

* * * * *



Viviendo en el campo


Al pie de la montaña del Sur cosecho porotos,
los yuyos enredan, los brotes de porotos son débiles.
Me levanto temprano y zapo en el descampado,
bajo la luz de la luna retorno con la azada al hombro.
El sendero entre los surcos es tan estrecho, los pastos tan altos,
que mis ropas se humedecen con rocío.
¿Por qué debería preocuparme porque mis ropas estén mojadas?
Sólo espero poder ser un ermitaño.





Estrella Mía de Marco Martos

Estrella Mía de Marco Martos

Estrella Mía de Marco Martos

Tú traes Estrella Mía la hermosura del trópico,
la fragancia intensa de la flor y la luz que tiembla
en la ciudad lóbrega de los fríos y las garúas.
Eres una niña que se hace mujer y en tus ojos brilla
la alegría de vivir, un holán que te acompaña
día y noche, en los cielos despejados,
en los remolinos y turbulencias del camino
y cuando bailas en la punta de los pies.
¡Qué los ríos, las plantas y los pájaros de la selva del Perú
te sean propicios cada mañana de tu vida,
y que tu cuerpo y tu mente estén siempre llenos
de mariposas amarillas y de radiante sol!



Seis poemas de Wallace Stevens y uno de Marco Martos.

Seis poemas de Wallace Stevens y uno de Marco Martos

Seis poemas de Wallace Stevens y uno de Marco Martos.

 
Wallace Stevens (!879.1955) Poeta de los Estados Unidos, uno de los más originales de la poesía inglesa en el siglo XX)
 

El hombre de la guitarra azul

I

El hombre inclinado sobre su guitarra,
un sastre de mala muerte. El día era verde.
Le dijeron “Tienes un guitarra azul,
tú no ejecutas las cosas como son”
El hombre respondió “Las cosas como son
en la guitarra sufren un cambio”.
Y entonces le dijeron: ”Pero toca, debes hacerlo,
un aire que nos trascienda y que a la vez sea nosotros,
un aire en la guitarra azul
de las cosas exactamente como son” 
 

XVIII

Un sueño (por así llamarlo) en el cual,
pueda yo creer frente al objeto,
un sueño ya no más un sueño, sino una cosa,
de las cosas como son, como la guitarra azul,
en ciertas noches, después de un largo rasguear,
se consagra a pulsar los sentidos, no los dados,
pero los auténticos sentidos, como cuando desfloran
el resplandor del viento. O cuando llega el alba,
como la luz en un reverbero de escollos
emergiendo de un mar que fue. 
 

XX

La poesía es el tema del poema.
De esto nace el poema y a esto
vuelve. Entre ambos extremos,
entre origen y retorno,
existe una ausencia de realidad,
las cosas como son. O así parecen serlo.
¿Pero son distintas? Es una ausencia
lo que el poema da. La verdadera
apariencia verde del sol, rojo de nube,
tierra que siente, cielo que piensa.
De estos toma. Tal vez da
en universal reciprocidad.

Tatuaje

La luz es como una araña.
Se arrastra por el agua.
Se arrastra sobre los bordes de la nieve.
Se arrastra debajo de tus párpados
y esparce allí sus telarañas;
sus dos telarañas.
Las telarañas de tus ojos
se pegaron
a tu carne y a tus huesos
como la viga o la hierba.
Hay hilos en tus ojos,
en la superficie del agua,
y en los bordes de la nieve. 
 

El hombre de nieve

Se debe poseer un espíritu de invierno
para observar la escarcha y las ramas
de los pinos encostrados de nieve;
y haber tenido frío durante largo tiempo
para contemplar los enebros erizados de hielo.
los rudos abetos en el distante resplandor
del sol de enero y no pensar
en ningún dolor en el sonido del viento,
en el rumor de unas pocas hojas,
que es la voz de la tierra
llena del mismo viento
que sopla en el mismo desnudo paisaje
pero el agua que escucha, el que escucha en la nieve,
y nada en él mismo, contempla
esa nada que no está allí y la nada que está. 
 

El emperador de los helados

Llama al que lía los cigarros puros,
al forzudo y ofrécele batir
en tarros de cocina las sensuales cuajadas.
Deja que las muchachas huelguen con los mismos vestidos
que acostumbran usar, y deja que los chicos
lleven flores envueltas en periódicos viejos.
Deja que el parecer acabe en ser.
El único emperador es el emperador de los helados.
De la cómoda aquella que perdió
tres pomos de cristal, saca la sábana
en la que ella bordeaba faisanes una vez,
y entiéndela del todo hasta ocultar su cara.
Si sus callos pies se quedan fuera, lo hacen
para mostrar que fría está, que muda.
Que la lámpara añada su destello.
El único emperador es el emperador de los helados. 
 
Un poema de Marco Martos
Mundos paralelos 
 
Hay días que cambio al mundo en la duermevela del verano,
Frente al malecón, con sus ritmos, las olas y su furia
Me parecen una lluvia de albaricoques, de semillas mágicas,
Y cuando lo cuento en una rueda de amigos, Isela Arce, la bióloga,
Me dice que los carámbanos de las sierras le evocan
Manzanas de los cielos que caen en sus manos,
Y las nubes corriendo por los aires para ella se semejan
A los carros de los antiguos griegos en Atenas.
Tal vez, me digo, ese mundo imaginado, sea más cierto,
Que ese otro donde pululan con sus tratos los seres humanos.
Abro un libro de Wallace Stevens, qué delicia, que fruición,
Leer las palabras de un verdadero emperador de los helados.

 

POESÍA CHINA : LUNA, FLORES, HOMBRE Por Su Tung-Po / 蘇軾

 
POESÍA CHINA : LUNA, FLORES, HOMBRE Por Su Tung-Po / 蘇軾

LUNA, FLORES, HOMBRE
Por Su Tung-Po / 蘇軾

Levanto mi copa e invito
A la luna a bajar desde el cielo.
Espero que me acepte.
Levanto mi copa, y le pido a las flores,
Cargadas de flores, que tomen conmigo.
Les deseo larga vida y prometo nunca cortarlas.
En compañía de la luna y las estrellas,
Me embriago, y ninguno de nosotros
Se preocupa ya de lo bueno o de lo malo.
¿Cuántas personas podrán comprender nuestro gozo?
Tengo vino, luna y flores.
¿Acaso necesito de alguien más?

 

 

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POESÍA CHINA : CONTEMPLACIÓN PRIMAVERAL POR XUE TAO

CONTEMPLACIÓN PRIMAVERAL POR XUE TAO

Lamento que cuando las flores se abren,
no podamos contemplarlas juntos.
Cuando caen compartimos las penas,
pero en sitios diferentes.
Alguien me pregunta:
-¿ Qué época le causa
más cuitas de amor?
He aquí mi respuesta:
Los días en que se abren las flores,
y también los que ruedan por tierra" ( Guojian)
 
 
 
 

潮州佛乐 9 首 ( ดนตรีแต้จิ๋ว Teochew Music )



Vertiginoso corazón por Marco Martos

Vertiginoso corazón por Marco Martos

 

Vertiginoso corazón por Marco Martos

Veo una tracalada de gente
desesperada bajo la lluvia.
Como un langaruto perro callejero
voy buscando los bocados
de la sombra y la quietud.
Es terrible el aguacero.
Rangalidos varones, mujeres rangalidas
van huyendo en el lodazal.
Vagabundeo entre los niños
que hacen cabriolas en los barrizales
y al lado de una ringlera de piedras
llego a un lugar sano y seguro:
la bombita de tu vertiginoso corazón.

 

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