En El Punto En Que El Alma Y La Mente Mueren
Tormentas de fuego trituran, destrozan, agobian
Relámpagos de azufre golpean el cráneo
Al borde del sepulcro la defectuosa cabeza
se desmiembra , abortando así todos los sueños.
La atraviesan espinas enormes,
estacas de piedras entre aplausos y gritos
La cruzan, la quiebran
Revientan las emociones conciertos pletóricos,
cubiertos hasta el cogote de miserable aflicción.
Un negro y raído telón repentinamente se levanta
Luzbel danza feliz , convulsionado, frenético
Cubriéndose el rostro, escondiendo los ojos de fuego
Arrojando por doquier negras cenizas de inmensas tristezas.
Cal y hiel visten mis dedos
y el llanto es espejo quebrado,
Sangriento reflejo de miserables silencios
con los que pretende salvar el cuerpo
condenando el alma y el pensamiento.
Garganta ulcerada
Congelante indiferencia
Carcajadas de inflamadas penas
Tétricas hebras de su falso oro
Añicos de porcelana antigua
Nunca hizo de ellos la joya perfecta.
Condena atroz, hojas desgastando el tiempo
Giran endemoniadas las esferas
Los sueños son solo paja se incendian
Auto preguntas, horrendas arpías
no permiten ver los sobrios azules
ni la blanca sonrisa.
Colisionan los círculos furiosos
Son Remolinos, sueños afligidos
muriéndose de infarto
Haciendo de estas entrañas,
diluvio de rojas viseras.
Entre besos, rezos y fantasmas
Vaciándote de todo afecto
Cubriérale de olvidos
convirtiendo a quien le amo en cisne empalado
Canto agónico de eterno sacrificio.
Los pensamientos son transgresores
No comprenden de respetar espacios
Como crines de potros desbocados
se alojan y huyen al viento
Y un grito agudo se quiebra a cada instante
Estrellándose una y otra vez contra su pecho acorazado
Triturando los huesos, incendiando las memorias
Maldiciendo la existencia de la hija de la bilis negra.
Hoy camina un espectro entre cornisas cimentadas en recuerdos
Es polvo
Es todo
Es nada
Es oración
Es confesión
Es solo el escupitajo de Dios
En el punto en que el alma y la mente mueren.
Jem Wong
15.08.06
La pata de la bestia perforó salvaje el pecho
Las ruedas del coche parten endemoniadas
No miras atrás y a pesar de todo te sigo amando.
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De mis manos brotarán amapolas rojas como la sangre así quizás mi poesía sea eterna MI POESÍA SOY YO FANNY JEM WONG LIMA - PERÚ