NÉSTOR, EL OTORONGO POR MARCO MARTOS |
NÉSTOR, EL OTORONGO
POR Marco Martos
Néstor, el otorongo, es calmado en el centro
del tráfago de las ciudades. Siendo amante
de la naturaleza no sabe bien qué hace
entre tantos edificios y oficinas,
hablando el lenguaje de los humanos,
atendiendo a alumnos y padres de familia.
Quisiera estar en las nacientes de los ríos
o caminando sigiloso en los senderos de la selva
y no el zoo de las universidades recibiendo
las pullas escondidas de los envidiosos,
las dentelladas disimuladas de los colegas.
Ha nacido el otorongo para la libertad, para los viajes,
y no para cocteles con decanos y rectores,
pero ha nacido en el cautiverio
y se va pareciendo lentamente a los humanos:
maneja un auto negro y se detiene mascullando
delante de las luces rojas de los semáforos.
POR Marco Martos
Néstor, el otorongo, es calmado en el centro
del tráfago de las ciudades. Siendo amante
de la naturaleza no sabe bien qué hace
entre tantos edificios y oficinas,
hablando el lenguaje de los humanos,
atendiendo a alumnos y padres de familia.
Quisiera estar en las nacientes de los ríos
o caminando sigiloso en los senderos de la selva
y no el zoo de las universidades recibiendo
las pullas escondidas de los envidiosos,
las dentelladas disimuladas de los colegas.
Ha nacido el otorongo para la libertad, para los viajes,
y no para cocteles con decanos y rectores,
pero ha nacido en el cautiverio
y se va pareciendo lentamente a los humanos:
maneja un auto negro y se detiene mascullando
delante de las luces rojas de los semáforos.
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De mis manos brotarán amapolas rojas como la sangre así quizás mi poesía sea eterna MI POESÍA SOY YO FANNY JEM WONG LIMA - PERÚ